Cuando me invitaron a participar del proyecto Powerbomb mi primera pregunta fue si podía escribir columnas de opinión usando un seudónimo. Obviamente me preguntaron el motivo de mi petición. Y la respuesta es simple y compleja a la vez...
Llevo mucho tiempo siendo espectador de lucha libre tanto nacional como internacional. Podríamos decir que soy reconocido como un "fanboy", principalmente de algunas promociones de la quinta región. Por lo tanto, si escribo firmando con mi nombre, probablemente existiría un prejuicio inmediato al enfrentarse a la columna.
Y eso responde lisa y llanamente a la búsqueda de la imparcialidad en la cobertura periodística y a una propuesta que entregue opiniones funamentadas en los hechos, sin presiones ni influencias. Lamentablemente la gran mayoría de la prensa, medios de comunicación y columnistas que cubren la lucha libre en Chile adolescen de una parcialidad evidente, demostrando un sesgo importante, una miopía que no es difícil de dilucidar. Les invito a hacer el ejercicio de ir a los sitios de los principales medios de lucha libre en Chile y se fijen en las promociones que cubren y a las que no.
Uno podría comprender que la precariedad de estos medios no permita tener un equipo con suficiente personas para cubrir a todas las promociones. También se podría figurar que, al igual que buena parte de las promociones en Chile, se contruyen a pulso y músculo y que no exista nociones de rigurosidad periodística. Pero parece casi antojadizo cubrir exactamente siempre a las mismas, mes a mes, show a show
Los motivos se estas prácticas pueden ser muchos, desde motivaciones comerciales hasta relaciones interpersonales. Pero el resultado final sigue siendo el mismo: los sitios de lucha libre en Chile son un apéndice de las promociones y no un actor que le de seriedad y profesionalismo a la lucha libre chilena, conceptos que tanto hemos escuchado de muchos luchadores de la escena nacional.
Por lo mismo, escribir desde el anonimato no es más que una situación forzada en pos de la amplitud y de la eliminación de los sesgos que dejan fuera de la carrera de la cobertura periodística a muchos luchadores y luchadoras, a muchas promociones. Es la búsqueda de hacer un poquito de justicia al aporte de quienes han quedado constantemente en las sombras.
Esta es una declaración de principios que busca acercarse lo más posible a la objetividad e imparcialidad, observando los hechos con una mirada crítica y racional e intentando poner sobre la mesa y analizar de una manera responsable y constructiva las temáticas más importantes que acontezcan en el mundo de la lucha libre.
Atentamente, Javier Rodríguez.
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